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Humboldt-Universität zu Berlin

Sprach - und literaturwissenschaftliche Fakultät Institut für Romanistik

Sommersemester 2020

Seminar: Einsamkeit: soledad – isolación – ausencia

Modul 5: Aufbaumodul Literaturwissenschaft

 

 

La soledad de Silvio Astier en la novela

“El juguete rabioso” de Roberto Arlt - Argentina

 

Índice

 

I......... Introducción. 2

II........ Análisis del motivo de la soledad. 3

II.I             Exclusión. 3

II.II           Robo. 5

II.III          Miseria. 7

II.IV         Ira. 8

II.V           Abandono. 9

II.VI         Muerte. 11

II.VII        Traición. 13

III.        Conclusiones. 14

Bibliografía. 15

Literatura secundaria. 15

 

  1. Introducción

 

El objetivo de la presente investigación es analizar el motivo de la soledad en relación con el personaje principal de la primera novela de aprendizaje del escritor argentino Roberto Arlt, la misma que contiene cuatro episodios independientemente engarzados en los que Silvio Astier (el protagonista) relata sus memorias. Es importante subrayar que el género de aprendizaje inaugura la novela urbana argentina.

Concretamente, el análisis pretende una aproximación a la noción de la soledad a partir de las vivencias del protagonista, teniendo en cuenta que la soledad, pese a ser un tema literario recurrente, resulta difícil de definir y cuantificar, porque no siempre se revela explícitamente. Es fundamental especificar que el estar solo y la soledad como experiencia subjetiva no significan lo mismo, porque, si bien es cierto, el significado fáctico de la palabra soledad etimológicamente, según la Real Academia Española (RAE)1 tiene origen en el latín como “solĭtas”, que se refiere a la carencia voluntaria o involuntaria de compañía, o sea “estar solo”; la investigación se enfocará en el significado poético que vincula a la soledad con el desamparo, la ausencia, el duelo, el anhelo, entre otros.

También es importante resaltar que la soledad completa no se da en el reino de los seres vivos, ya que todo ser vivo habita en un espacio del que solo la muerte lo puede arrancar2. Por esto último no se hará referencia al aislamiento ni a la soledad total relacionada con la falta de compañía, sino a la soledad como noción aproximativa al personaje en medio de una ciudad en vías de modernización.

Como bibliografía primaria se ha considerado el libro “El juguete Rabioso3 (1926), del que se han extraído citas textuales de las memorias del protagonista, que a su vez están vinculadas con diversas teorías y textos revisados en el seminario Soledad – isolación – ausencia y en el curso Geohistoria de la literatura argentina. Finalmente, es preciso destacar que el trabajo se compone de ocho aspectos fundamentales asociados a la soledad que posibilitaron el análisis desde la vertiente individual y social.

1 Real Academia Española: Diccionario de la lengua española 2001, 22.a ed. URL:http://www.rae.es /rae.html (10.04.21).

2 cf. Karl Vossler: La poesía de la soledad en España. Buenos Aires: Editorial Losada 1946.

3 Roberto Arlt: El juguete rabioso. Prólogo por Juan Carlos Onetti Buenos Aires: Bruguera / Alfaguara S.A. 1926.

 

  1. Análisis del motivo de la soledad

 

    1. Exclusión

 

La falta de sentido de pertenencia social impulsa a Silvio Drodman Astier a procurar vínculos que le posibiliten compartir sus intereses, preocupaciones, planes y de esa manera alcanzar la integración social que necesita para trascender y vivir a plenitud.

La marginalidad de Silvio queda corroborada cuando un aristócrata le incumple la promesa de un trabajo digno, lo desconoce, lo invisibiliza y lo bota de su casa; puesto que el ser hijo de inmigrantes es el paradigma del “otro” que no se acopla a su medio, participa apenas en la vida social y se ilusiona con migajas de promesas incumplidas de gente con dinero: “aquel gran señor llamado Vicente Timoteo Souza podía cambiar el destino de mi mocedad infortunada”4.

 

En medio de este acto de desprecio el motivo de la soledad se asoma, porque el ímpetu del personaje por permear de capa social es considerado una insolencia, una impertinencia inaceptable que aplasta a la figura contra su cruda realidad, ya que el sentimiento de soledad ocurre precisamente cuando un individuo es excluido por otros y se da una discrepancia entre las relaciones interpersonales deseadas y las existentes. En otras palabras, las características esenciales de la soledad son el resultado de las deficiencias en las relaciones sociales5.

 

Como vemos en los siguientes fragmentos, que sucedieron antes y después del robo de una biblioteca de la escuela, Silvio y sus compinches están sentados en un café comentando sobre las posibles situaciones extremas que se podían encontrar al robar, y Silvio, con ira mal reprimida, responde: “A mí no me cachan6. Antes matar”7 o después del robo: “Lindo golpe. Si, lindo. ¿Qué opinas, Lucio, que dejemos esto en tu casa? No digas estupideces; mañana mismo reducimos8 todo”9. En base a estos ejemplos, se puede afirmar que “no es posible hablar en lunfardo, sino a lo sumo hablar con lunfardo”10. En esta línea, estamos frente a un personaje excluido que se comunica con un lenguaje asociado a la marginalidad, utilizando palabras y expresiones lunfardas producto de la mixtura de voces que se produjeron en el Rio de la Plata producto de la llegada de gran cantidad de inmigrantes europeos que en pleno ejercicio de su

 

4 Arlt: El juguete rabioso, 96.

5 cf. H. Jones Warren: “Soledad y contacto social”. En: Revista de Psicología Social 113 (1981), 295-296.

6 cachar: lunf., cazar, sorprender. Diccionario Lunfardo Todo Tango.

7 Arlt: El juguete rabioso, 42.

8 reducir: lunf., vender lo hurtado. Diccionario Lunfardo Todo Tango.

9 Arlt: El juguete rabioso, 63.

10 Oscar Conde: El Lunfardo en la Literatura Argentina. Gramma, XXI, 41, 2010.

 

papel de “homo migrans”, impactaron notablemente el panorama porteño a inicios del siglo XX.

En síntesis, Silvio Astier es un rechazado social cuyos contactos sociales en la urbe pertenecen al lumpen11 y mientras transgreden las normas comunitarias inspirados en el actuar de héroes novelescos, evalúan riesgos, se cuidan entre sí y se escuchan para recuperar la voz social que la ciudad les niega. Considerando lo anterior, Silvio Astier transita por una soledad social, porque observa la urbe desde el margen situado en un barrio humilde de Buenos Aires y a pesar de interactuar con ella, no encaja12. En este sentido, algunas investigaciones afirman que, aun- que la soledad está influenciada por características subjetivas –como la satisfacción con los vínculos comunitarios y la aceptación social percibida–, la soledad es un fenómeno universal inherente a la necesidad humana de pertenecer, y Silvio Astier no pertenece.

    1. Fracaso

El término fracaso hace referencia a la frustración que implica una pretensión, un proyecto o un resultado adverso en lugar de lo que se espera. El término proviene etimológicamente del vocablo italiano fracassare que significa “estrellarse” o “romperse”. Por esto último, hablamos de un personaje fisurado, fragmentado, roto, hastiado de sus experiencias de infortunio y desconsolado, que expulsan injusta e intempestivamente de la Escuela Militar de Aviación y cuyos sentimientos desencadenan en una frustración tan profunda que lo conducen a somatizar sus pesares - “calor de fiebre me subía a las sienes; olíame sudoroso, tenía la sensación de que mi rostro se había entosquecido de pena, deformado de pena, una pena hondísima, toda clamorosa”13.

La soledad es un fenómeno multifacético en el que uno de sus aspectos es que el ser humano experimenta la frustración de verse sin nada, y debe asimilar frecuentemente la muerte de la posible realización de sus deseos.

En la vida de esta figura desencantada, cada movimiento se transforma en esperanza, para inmediatamente realizarse como fracaso y su existencia es una cadena de deseos no cumplidos, de sucesos lastimosos, inopinados y funestos14; no puede pagar el alquiler, no puede asistir al congreso de ingenieros de sus sueños, no puede provocar un incendio, no puede viajar a Europa,

 

 

11 El lumpen es un grupo social eminentemente urbano, que se compone sobre todo por individuos socialmente degradados, marginados o no integrados a la sociedad, como indigentes, mendigos, prostitutas o delincuentes. www.significados.com (31.03.2021).

12 Cf. Robert Stuart Weiss: Loneliness: The experience of emotional and social isolation. Cambridge, (1973) MA: MIT Press.

13 Arlt: El juguete rabioso, 140.

14 Real Academia de la Lengua Española: Diccionario de la lengua española.

 

no puede aspirar a ser un ladrón respetable o inventar algo nuevo para salir de la pobreza, y ni siquiera puede tomarse la vida con sus propias manos. En cuanto al penúltimo aspecto “imaginar e inventar es un sentimiento que no se puede desterrar de los marginados, es el instante pasional donde la frustración no existe”15.

Silvio es un símbolo de decepción y desesperación, su desvarío es permanente, vive conflictuado, su incertidumbre es cotidiana; es un antihéroe que lucha infructuosamente por salir de su condición de marginación, de sus frecuentes tormentas y de una pobreza que frustra sus aspiraciones de estudiar a pesar de sus rebuscados gustos literarios: “¿Saldría yo alguna vez de mi ínfima condición social, podría convertirme algún día en un señor, dejar de ser el muchacho que se ofrece para cualquier trabajo?”16. En términos sociológicos, Silvio está predestinado al fracaso debido a que las sociedades están organizadas para que el que es pobre permanezca en condiciones precarias toda su vida.

Desde el punto de vista de los estudios de género, Silvio es una imagen deconstruida del motivo masculino como el centro de poder, la habilidad y el éxito. Sumado a lo anterior, su rol patriarcal y su fuerte inclinación hacia los binarismos hombre – mujer se pone de manifiesto cuando se encuentra con una figura que se desvía de la heterosexualidad como norma, cuestionándolo con rabia: “Bestia… ¿Qué hiciste de tu vida?17”. “[…] Si no te callas, te rompo la nariz”18. En este suceso de la vida del personaje se refleja la intolerancia de la sociedad argentina de 1920 ante la homosexualidad.

Por último, se puede aseverar que las raíces de la soledad radican en la convicción de no sentirse necesario, producto de relaciones poco satisfactorias que no proveen el reconocimiento ni la afiliación afectiva necesaria. Como consecuencia de esto, a este personaje dinámico le quema la frustración de ver sus planes pulverizados y que figuras masculinas –que representan la autoridad– no le brinden el reconocimiento necesario, a pesar de haber diseñado cañones de trinchera, conocer sobre explosivos y dominar la teoría del campo magnético giratorio y las corrientes polifásicas.

    1. Robo

Silvio es un joven porteño fascinado por el delito, narrado desde la perspectiva de un narrador autodiegético, porque el narrador es la figura principal y por ende el protagonista de la diégesis. Al mismo tiempo el narrador es intradiegético porque participa activamente en la historia

 

15 Eduardo Wolfson: “Roberto Arlt: El laberinto de la crisis”. En: Soles 71 (2000). URL: www.solesdigital.com.ar (02.05.2021).

16 Arlt: El juguete rabioso, 133.

17 Arlt: El juguete rabioso, 149.

18 Arlt: El juguete rabioso, 150

 

deseando convertirse en delincuente, convencido de que la vida de ladrón le permitirá alcanzar la grandeza arrebatada por el gobierno. Aquí el dinero es el espacio de sus imposibilidades y de sus ensueños y el perjudicar a la metrópoli es la contrarrespuesta por negarle la educación, para crear otra en su imaginación en el que puede ser más bacán19 y menos pobre.

A sus dieciséis años, Silvio junto a su pequeña comunidad de delincuentes “Los caballeros de la noche”desmantela casas deshabitadas, puesto que, para él, robar es placentero, aunque la dicha de tener cosas y sentirse aristócrata es ficticia porque el submundo lo persigue y lo seduce: “No recuerdo por medio de qué sutilezas y sinrazones llegamos a convencernos de que robar era acción meritoria y bella […]”20. A Silvio Astier le falta algo, y producto de este vacío es que busca y se siente con el derecho de ponerse por encima de la ley, asumiendo que domina el entorno. Es así como, de manera lúdica, se inspira en personajes de ficción y se entromete en la realidad para quebrar las leyes, materializando así un juego incesante en el que se vinculan el territorio de las necesidades y el de los deseos. En este sentido, el crimen se presenta como la solución perfecta ante los impedimentos, porque socialmente el ser ladrón le hace creer al personaje que es impune y que tiene un rol activo triunfador en el espacio urbano, en el que el disfrute de su actuación y el ejercicio de sus habilidades como ladrón se convierten en sus logros más destacados y de esa manera establece contacto con la sociedad.

Cuando Silvio roba en la biblioteca de la escuela, el problema del acceso a los libros se cubre de gran melancolía: „nos encontramos frente a la muralla de la escuela, y allí notamos que comenzaba a llover otra vez”21 y la connotación del agua es de tristeza y de sueños en silencio porque el violentar las convenciones robando literatura se convierte en un acto revolucionario de consuelo para calmar la sed de expresión que la vida le niega.

Sin el espacio urbano indiferente y modelado por la pobreza migratoria, Astier no existiría como protagonista. En la sociedad moderna el ser se define por el acto de poseer, pero como a Silvio todos los modos de apropiación legales le son negados, la satisfacción al robar le llena el vacío, y de esa manera se siente menos solo porque “el ladrón no busca el objeto del que se apodera. Busca una persona. Busca a su propia madre, pero no lo sabe”22. Bajo esta lógica, ni las lámparas de filamento ni el bastón con puño de oro que Silvio robó de un café, son la fuente

 

19 bacán: lunf. Hombre que mantiene a una mujer (ANON.1); amante// individuo adinerado o que aparenta serlo; acaudalado; pudiente// persona que se da buena vida; oligarca, elegante, refinado// hombre (AD), persona (LCV)// patrón (AD.). Diccionario Lunfardo Todo Tango.

20 Arlt: El juguete rabioso, 31.

21 Arlt: El juguete rabioso, 47.

22 Donald Winnicott: El impulso de robar 1949. URL: https://www.psicoanalisis.org/winnicott/elimprob.htm (02.05.2021).

 

de su satisfacción, porque al no ser capaz de disfrutar de la posesión de estos objetos solo vive una fantasía que corresponde a sus impulsos primitivos de reconocimiento.

En última instancia, el joven necesita reestablecer su relación con la urbe que promete, pero nunca cumple; por este motivo, junto con sus coetáneos, distorsionan la realidad en la que viven para evadirla, atacarla y servirse de ella, ya que “el ladrón casi siempre se siente desesperanzado con respecto al entorno y a la relación de éste con él”23. Por esto último se puede sostener que la ciudad es un personaje antagónico, opresor, cuya indiferencia representa una puerta abierta al desprecio, a la injusticia y a la soledad.

 

    1. Miseria

Se ha demostrado que la soledad, la ansiedad y la hostilidad están intrínsecamente relacionadas y que hay características de las sociedades que exacerban la soledad como sucedió cuando Silvio en plena lucha por su vida: trabaja como repartidor de papel y los guardias de seguridad de las casas de los adinerados lo examinan y le recuerdan que arrastra las cadenas pesadas de la pobreza, destinado a ser uno más de los invisibles de una capital desesperada y corrupta. En este sentido, el espacio de la ciudad de Buenos Aires es fuertemente desigual y Silvio no está conforme: “Me tembló el alma. ¿Qué hacer, qué podría hacer para triunfar, para tener dinero, mucho dinero? […] comprendí que nunca me resignaría a la vida penuriosa que sobrellevaban naturalmente la mayoría de los hombres”24.

“…En última instancia, la motivación de la sociedad humana es de carácter económico”25, por lo tanto, se puede afirmar que lo que hasta la actualidad ha dominado a la humanidad, como

 se ve en el caso de Silvio Astier, es la abrumadora necesidad de trabajar y el hecho de someterse a esa represión significa que tiene que contener algunas tendencias al placer de la lectura y a todo aquello que le causa deleite, como estudiar. En este sentido, el trabajo en la tienda de compra y venta de libros no solo lo oprimen, sino que el oficio conlleva una connotación de desventura que revuelve en él amargas reflexiones “¡Oh, ironía! ¡y yo era el que había soñado en ser un bandido grande como Rocambole y un poeta genial como Baudelaire!”26.

Cuando a Silvio le dan de baja en la Escuela Militar, su soledad se convierte en el vehículo de su miseria, la vida lo golpea con dureza y la miseria le aplasta la dignidad. Ya no solo tiene que rentar las novelas de Ponson de Terrail que tanto le fascinan, sino que se da cuenta que él

 

 

23 Donald Winnicott: El impulso de robar 1949. URL: https://www.psicoanalisis.org/winnicott/elimprob.htm (02.05.2021).

24 Arlt: El juguete rabioso, 133-134.

25 Freud, Sigmund: Conferencias de introducción al psicoanálisis (1915 - 1917). Argentina: Amorrortu editores S.A. (1976).

26 Arlt: El juguete rabioso, 82.

 

es poca cosa, que no tiene qué comer y lamenta profundamente la situación precaria de su familia: “¡Ah, es menester saber las miserias de esta vida puerca, comer hígado que en la carnicería se pide para el gato […]”!27. En este aspecto, la ausencia de alimento y el tener que recurrir a las vísceras es un indicador socionutricional de bajos recursos, en una ciudad en la que el vértigo de lo moderno atropella y arrastra inevitablemente con todos los personajes, como Sil- vio y su familia, directo a la indigencia, lejos del mundo burgués.

En suma, Astier trabaja en la gran ciudad golpeado por la carencia: “me saqué los botines, que envueltos en un periódico me sirvieron de almohada, me envolví en la carpeta verde y dejándome caer en el fementido lecho, resolví dormir. Indiscutiblemente, era cama de archipobre, un deshecho de judería […]”28. El dormir sin colchón comprueba que Silvio Astier no tiene ni dónde caerse muerto y que está sumergido en la miseria absoluta. En este punto, la almohada pierde su connotación de descanso, deja de ser compañera para tomar buenas decisiones y desbarata la metáfora de “almohada como confidente” a la que se le consultan dudas y se le cuentan las penurias. La ausencia de almohada comunica el cansancio permanente de no tener dónde reposar la cabeza, la pobreza del lecho, la incertidumbre del futuro y el vacío de no tener con quién compartir las soledades.

Silvio toca los fondos de la miseria y el motivo de la soledad se agudiza, aun cuando el indigente que llora de pena y hambre a su costado le recuerda que debe apagar la lámpara para no gastar el petróleo antes de perderse en las tinieblas.

 

    1. Ira

Silvio está estremecido de coraje, cargado de impotencia, furioso de resentimiento hacia la sociedad porteña y la insatisfacción lo conduce a la desesperación: “Odio la indiferencia del mundo y la miseria acosadora de todos los días […]”29. En este momento estamos frente a un personaje que se está rindiendo, que solo obedece y que busca los motivos para que cualquier desenlace sea oscuro. Ya no puede reír ni llorar y –lo que es aún peor– su capacidad de indignación se va desvaneciendo, incluso puede ser esto el origen de su rabia; sin embargo, “no todo humor colérico es producto de la indignación”, esta se puede dar cuando la singularidad se ve amenazada, cuestionada, rechazada, desconocida y violada en contextos de inmigración30. Sil- vio se siente ultrajado en el alma, humillado, y su angustia es la manifestación social de la incertidumbre e inseguridad de la gran ciudad.

 

27 Arlt: El juguete rabioso, 141.

28 Arlt: El juguete rabioso, 87.

29 Arlt: El juguete rabioso, 72.

30 cf. Gerardo Arenas: “Cólera, indignación y goce del encastre”. En: Estrategias - Psicoanálisis y Salud Mental , 3 (2015), 57-59. URL: https://revistas.unlp.edu.ar/Estrategias/article/view/2106 (22.04.2021).

 

Cuando el capitán Márquez sustituye a Silvio por uno de sus recomendados, siente que la furia se apodera de él como nunca y su alma se desespera porque lo han arrancado del terreno de las certezas. A estas alturas de la novela, el personaje es consciente de que está siendo manejado por el sistema y que nunca será parte de ese “otro mundo”. Es en ese contexto cuando su violencia social se intensifica y –desde su humillada existencia– asume el papel de victimario, busca satisfacer sus impulsos destructivos sometiendo a los pordioseros que duermen en la calle, aunque a los que en el fondo quiere agredir es a los poderosos: “Estremecido de odio, encendí un cigarrillo y malignamente arrojé la colilla encendida encima de un bulto humano que dormía acurrucado en un pórtico […]31”. Precisamente el título de la novela hace referencia a un juguete personificado, que, al estar en poder de otras personas, se vuelve extremadamente furioso y cargado de odio al saberse injustamente objeto de manipulación en la ciudad. Como menciona Baudelaire en un ensayo sobre la taxonomía de los juguetes, Silvio Astier pertenece- ría a la última categoría de los juguetes, –“los juguetes con alma”.32

Finalmente, se puede afirmar que la soledad se aproxima a Silvio producto de su dolor, y que el miedo a ella es innato a todos los hombres; ya que nadie en solitario tiene fuerzas para procurarse los medios necesarios de vida, sobre todo en medio de una Argentina desolada, hedionda, monótona, y corrupta en la que las desesperanzas y pestilencias sociales se perciben claramente en el entorno del personaje. Detrás de la furia de este soñador ofendido se esconde un adolescente asfixiado y decepcionado por la certeza de su propia inutilidad, que lo conduce al terreno baldío en el que divagan los inútiles.

    1. Abandono

La Real Academia Española define soledad como el “pesar y melancolía que se sienten por la ausencia, muerte o pérdida de alguien o de algo”33, y en este sentido la dimensión más dolo- rosa y angustiante de la soledad es aquella vinculada con el abandono del ser amado. La soledad de Silvio se vuelve arrolladora y se desespera por amor, o más bien por amar y ser amado. El recuerdo de Eleonora lo tiene sumergido en una permanente tristeza porque “las penas de amor son penas de soledad” y su recuerdo recalcitrante y el rumiar la idea del afecto lo reconfortan: “¡Te he querido tanto, Eleonora! ¡Ah, si supieras cuánto te he querido!”34. Sin embargo, en su piel de hombre también habita el deseo y aquí la noción de soledad se acerca al adolescente

 

31 Arlt: El juguete rabioso, 156.

32 Gastón Cosentino: “Arlt con Baudelaire: la moral del juguete rabioso”. VIII Congreso Internacional de Teoría y Crítica Literaria Orbis Tertius, 7 al 9 de mayo de 2012. En: La Plata. En Memoria Académica (2012), 1-8. http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/trab_eventos/ev.1644/ev.1644.pdf (01.05.2021).

33 Real Academia Española: Diccionario de la lengua española 2001, 22.a ed. URL:http://www.rae.es /rae.html (10.04.21).

34 Arlt: El juguete rabioso, 62.

 

que, al verse solo, pasa noches imaginando que mujeres hermosas lo quieren: “Algunas veces, en la noche, hay rostros de doncellas que hieren con espada de dulzura. Nos alejamos, y el alma nos queda entenebrecida y sola, como después de una fiesta”35. Silvio desea a la persona amada y no es correspondido, el encuentro con el objeto de su deseo no se materializa –de esta manera–

, la saudade sale a su encuentro36.

Otra situación de abandono se da cuando Silvio va a la casa de una mujer de la alta sociedad y ella en recompensa por su trabajo le da “un beso como propina” y luego de ese golpe denigrante lo manda a retirarse: “si me encontrara otra vez junto a ella […] yo me arrodillaría en la alfombra y pondría la cabeza sobre su regazo y por el júbilo de poseerla y amarla haría las cosas más ignominiosas y las cosas más dulces”37. En esta desdicha, su vulnerabilidad queda comprobada puesto que la referencia a arrodillarse es una señal de rendición. En el fondo, Silvio es un niño frágil y hambriento de amor que sueña despierto en búsqueda de un regazo.

En su entorno cercano, destaca la presencia de lo femenino, por un lado, una madre que lo insta a trabajar y por el otro una hermana que tiene acceso a la educación y le reserva la tarea de la obtención del capital económico. Aquí el motivo de la soledad se aproxima porque el abandonar la educación, o, en otras palabras, que la educación lo abandone a él, lo condenan a la insatisfacción.

Del padre de Silvio se sabe poco, pero ante su omisión se puede cavilar que su vínculo con él es el olvido y que por ello el personaje busca infatigablemente referentes masculinos. Desde el punto de vista de la cuestión del padre, la omisión de este revela la melancolía del adolescente, porque no fue capaz de impedir la trágica decisión, y su profundo miedo proviene de la lucha consigo mismo al enfrentarse a esos pensamientos autodestructivos que lo incitan a hacer lo mismo.

Silvio hace una referencia directa al padre por única vez en toda la novela: “mi padre se mató cuando yo era muy chico”38. En esta declaración se dilucida que las causas de la soledad tienen un origen lejano en el protagonista abandonado que se siente defraudado, no reconocido y que en el fondo reniega porque ni su progenitor ni el gobierno asumen su rol y lo abandonan a su suerte sin considerar sus afectos. En este abandono de la infancia, es precisamente donde el motivo de la soledad desde una perspectiva poética comienza a arder porque “Soledad”, “desamparo”, “ausencia”, adquieren en el lenguaje de los trovadores galaicoportugueses la

 

 

35 Arlt: El juguete rabioso, 88.

36 Karl Vossler: La poesía de la soledad en España. Buenos Aires: Editorial Losada 1946. Saudade: Palabra del

portugués que no tiene una única traducción. Significa “soledad”, “nostalgia”, añoranza.

37 Arlt: El juguete rabioso, 109.

38 Arlt: El juguete rabioso, 130.

 

significación expresa de “duelo”, “querella”, “anhelo”, “querencia”, “languidez” y “nostal-gia”39.

Aunque la soledad es considerada un fenómeno muy ambivalente, a medida que ella se aproxima el individuo siente la necesidad de búsqueda: “Busco un poema que no encuentro, el poema de un cuerpo a quien la desesperación pobló súbitamente en su carne, de mil bocas grandiosas, de dos mil labios gritadores. A mis oídos llegan voces distantes, resplandores pirotécnicos, pero yo estoy aquí solo, agarrado por mi tierra de miseria como con nueve pernos”40. En este fragmento, el personaje expresa por única vez explícitamente su soledad y desde la periferia contempla las luces y oye las voces que provienen de la gran ciudad en búsqueda de algo que mitigue su desatiendo.

El personaje nunca deja de soñar y por ello su esperanza de permear de capa social se mantiene intacta hasta el final en el que recibe la promesa de un trabajo en Comodoro. Un Comodoro que

 nos evoca a Macondo y su desolación, al fracaso de todas las guerras que perdió el coronel Aureliano Buendía y a la mezcla de todas las soledades de sus habitantes que, en palabras de García Márquez, no se trata de una definición lírica de la soledad, sino de la soledad entendida como lo opuesto a la solidaridad que envuelve a la sociedad. Comodoro también nos remite al pueblo abandonado y muerto de Comala, en el que Juan Preciado descubre que su padre ha muerto y junto a él ha muerto el pueblo que vive en un tiempo suspendido e inerte, en donde sus personajes viven del resentimiento al cacique. Silvio Drodman Astier comparte la orfandad paterna con Juan Preciado y los fantasmas de la soledad los acompañan hasta el final, compro- bando así que el abandono de la orfandad es una vía directa a la soledad y el suicidio del padre de Silvio lo sumerge automáticamente en ella.

 

    1. Muerte

A la soledad social se le atribuye el desinterés por la vida y se le asocia a la distimia, a la ansiedad y a las conductas suicidas. Al final del tercer episodio del libro, la vida de Silvio es una repetición de pérdidas y un constante desasosiego: “Ya no tengo ni encuentro palabras con las que pedir misericordia. Baldía y fea como una rodilla desnuda es mi alma”41. En este enunciado, el motivo de la soledad se aproxima a Silvio como lo triste no dicho, y el vacío que provoca proviene directamente de la ausencia de vínculos cohesivos con su grupo social.

Por otro lado, la misericordia que el personaje suplica hace referencia a un sujeto caído y golpeado, la carga emocional es fuerte, su conflicto psicológico se percibe claramente en la

 

39 cf. Karl Vossler: La poesía de la soledad en España. Buenos Aires: Editorial Losada 1946.

40 Arlt: El juguete rabioso, 106.

41 Arlt: El juguete rabioso, 106.

 

metáfora de rodilla desnuda, fea y vacía como reflejo de su alma; y la imagen del adolescente despojado, pobre, estigmatizado y postrado de rodillas ante la ciudad se hace más nítida. Para acompañar sus incertidumbres Silvio narra: “algunas veces en las noches yo pensaba en la belleza con que los poetas estremecieron al mundo, y todo el corazón se me anegaba de pena como una boca con un grito”42. Esta personificación del “corazón gritando” no está hablando de un grito cualquiera, porque cuando el grito no proviene de la garganta –sino del corazón–, es un alarido silencioso que confiesa y admite que la vida te supera.

En tal sentido, la soledad se aproxima al personaje en forma de una aplastante sensación de ineptitud: “… y súbitamente todo se me rompía adentro, todo me pregonaba a las orejas mi absoluta inutilidad”43. Esta bomba existencialista ofuscada como no puede dominar ni destruir el sistema, ve como única salida el autodestruirse; sin embargo, como el éxito no está de su lado, la ciudad lo vence y le exige seguir luchando.

En este marco la intención de suicidio del personaje puede significar por un lado su deseo de ya no seguir luchando, es decir, de ya no defenderse. En esta línea, la premeditación del suicidio de Silvio sería una respuesta agresiva al otro más que a sí mismo; o una manera de dejar de pertenecerle al Otro para pertenecerse a sí mismo. Existen algunos autores que afirman que las ideas de desaparecer provienen del hecho de no ser deseados; es decir, de no encontrarse en un lugar otorgado por el otro, puesto que esto revela la falta de la falta, “porque cuando no veo en el Otro nada que me revele algún indicio de su deseo, cuando ese deseo del Otro me deviene completamente extraño, no puedo saber qué objeto soy para él”44.

En este sentido la soledad se aproxima a Silvio producto del rechazo que muestra la sociedad hacia su persona45. Según una de las teorías sociológicas más trascendentes, los suicidios individuales responden a causas esencialmente sociales, ya que tanto como la criminalidad son síntomas de un proceso de disgregación social46. En suma, Silvio Astier está muerto en vida porque arrastra la muerte de su padre, la nostalgia de su madre y la frustración por todos sus fracasos sociales: “[…] iré por la vida como si fuera un muerto. Así veo la vida, como un gran

 

 

 

 

 

42 Arlt: El juguete rabioso, 105 - 106.

43 Arlt: El juguete rabioso, 141.

44 cf. María Cristina Ortega / Hugo Pedroza: “El suicidio para el psicoanálisis”. En: Cartapsi (2017). URL: http://www.cartapsi.org/new/el-suicidio-para-el-psicoanalisis/ (01.05.2021). Este artículo no contiene números de página.

45 Nidia Velozo: “La soledad del héroe: una aproximación a Roberto Arlt”. En: Espéculo. Revista de estudios literarios 38 (2008). URL: https://webs.ucm.es/info/especulo/numero38/robarlt.html (01.05.2021). Este artículo no contiene números de página.

46 Émile Durkheim: El suicidio de Émile Durkheim (1897). Madrid: Ediciones Akal S.A. 2012.

 

desierto amarillo”47. Esta mención del desierto nos remite automáticamente a un lugar deshabitado y refuerza el motivo de la soledad48; además nos traslada a Martín Fierro en la pampa, con quien Astier comparte sus luchas y lamentos, el menosprecio, el papel de vengador de las injusticias padecidas, la discriminación y el hecho de quedar socialmente fuera de la lista de los elegidos.

 

    1. Traición

En el cuarto capítulo de “El juguete rabioso”, Astier nos ofrece un asiento privilegiado en primera fila hacia su psicología y el motivo de la soledad se reaproxima: “Si hago eso me condeno para siempre. Y estaré solo, y seré como Judas Iscariote. Toda la vida llevaré una pena”49. El título del capítulo es una referencia intertextual al Nuevo Testamento, ya que es imposible hablar de traición sin mencionar explícitamente a Judas Iscariote como arquetipo de la traición, por haber entregado a Jesús a los sumos sacerdotes miembros del Sanedrín. Esta referencia alude directamente a Silvio, quien, en falsa complicidad con un amigo, planea robarle a un ingeniero de la burguesía argentina, pero antes de llevar a cabo el robo, lo delata.

Previo a la traición, vemos a un personaje profundo que reflexiona sobre su futuro, se confronta consigo mismo y reconoce que su proceder está cargado de bajeza porque en su interior habita algo oscuro y muy potente, lo cual nos permite deducir que el traicionado traiciona. En base a esto último se puede afirmar que la soledad que dejó el no estar del padre, es la primera traición de Silvio porque a pesar de haberlo engendrado no cumple con su promesa de ser su padre y lo entrega (aunque posiblemente, nunca lo tomó) a otros padres que tampoco lo quieren tomar y lo desatienden, es decir, al Estado y sus instituciones, a todos los organismos gubernamentales que se presentan como protectores, como aportadores de recursos, de guía y educación, y que tampoco cumplen su función50.

Sin un Judas Iscariote no hay pasión ni salvación, sin embargo, el precio de la traición es muy alto porque Astier siente un profundo remordimiento que lo lleva a hurgar en sus raíces más oscuras, para cuestionar su propia existencia y expandir sus horizontes espirituales rumbo a la trascendencia:“[…] hay momentos en nuestra vida en que tenemos necesidad de ser canallas, de ensuciarnos hasta adentro, de hacer alguna infamia, yo qué sé…de destrozar para siempre la vida de un hombre…y después de hecho eso podremos volver a caminar

 

 

 

47 Arlt: El juguete rabioso, 220.

48 Real Academia de la Lengua Española: Diccionario de la lengua española Lugar desierto, o tierra no habitada.

49 Arlt: El juguete rabioso, 205.

50 cf. María del Mar Martín: Te negarás tres veces - La verdadera traición. XIV Jornadas Psicoanalíticas del EPBCN, tituladas Aperturas en psicoanálisis (III). Barcelona 2014. URL: www.epbcn.com (01.05.2021).

 

tranquilos”51.

En este momento, también es factible especular que el quitar de en medio al Rengo y evitar un delito, significa un acto de fidelidad y un intento de integración y protección hacia la ciudad a la que por fin pudo acceder para actuar según lo establecido. A estas alturas estamos frente a un personaje multidimensional que en su modo más auténtico nos muestra diferentes facetas de su personalidad; por momentos está conflictuado, generalmente frustrado, pero siempre desamparado, porque daña a quien ama y protege a quien desprecia.

Paralelamente a la perfidia y luego de haberse enfrentado a los demonios y a las grandes pasiones humanas, en un magnánimo acto de resiliencia para alejar sus soledades, el personaje se toma de la mano de Dios, a quien define como la alegría de vivir. De esa manera Silvio Astier define su religiosidad y se siente en condiciones de continuar cargando la pesada cruz de algún oficio que le permita subsistir en medio de la gran ciudad.

En términos bíblicos, podemos afirmar que el hecho de que Silvio traicione y se condene a si mismo a la “crucifixión” es la única manera de vengarse de su padre y al mismo tiempo reencontrarse con él.

 

  1. Conclusiones

 

Como demuestra la investigación, el análisis de la soledad representa un desafío del análisis literario debido a que el término “soledad”, se encuentra de manera expresa, una sola vez a lo largo de doscientas veintiún páginas y no hace alusión al personaje.

No obstante, está claro que la soledad es un fenómeno multifacético que se aproxima a individuos que como Silvio Astier son abandonados e invisibilizados individual y socialmente.

Sin duda alguna, Arlt logra poner en tela de juicio el papel de lo urbano y visibiliza la mirada del marginal, que, a causa y a consecuencia de sus soledades, está furioso ante las desigualdades y busca incansablemente la permeabilidad de capa social.

Silvio es el reflejo de los miserables cuya infancia los abandonó y los empujó a trabajar para poder sobrevivir, en este caso, en una Argentina que alzó sus alas a la modernidad a inicios de los años XX, cuestionando las narraciones convencionales de lo moderno como sinónimo de progreso y destapando la soledad y desatención de la capital.

 

51 Arlt: El juguete rabioso, 218.

 

 

 

Literatura primaria

 

Bibliografía

 

 

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Literatura secundaria

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Note: 1, sehr gut